Cartografiar el tiempo

Autor: Agustín Berti.  “Poesía y poéticas digitales / electrónicas / tecnos / new-media en América Latina. Definiciones y exploraciones” de Luis Correa Díaz y Scott Weintraub.

Autor: Agustín Berti [1]

Filiación: CONICET / FA, UNC
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Hay veinte estados en América Latina, tres lenguas romances y una menguante, pero aún pujante, diversidad de lenguas de los pueblos originarios. Las redes de telecomunicaciones hoy cubren casi la totalidad de estos territorios y sin embargo el proyecto moderno nunca llegó a abarcarlos antes de entrar en una profunda crisis. Modernidades incompletas, periféricas, formas no occidentales de vida que se reconectan sin embargo mediante protocolos digitales desarrollados en una abstracción matemática supuestamente universal, abstracta: sin territorio, sin tiempo. Poesía y poéticas digitales / electrónicas / tecnos / new-media en América Latina. Definiciones y exploraciones (2016) se escribe (y se inscribe) en esa encrucijada. Edición conjunta de la Universidad Central de Colombia y la Universidades de Georgia y de New Hampshire de los Estados Unidos, el libro electrónico editado por Luis Correa-Díaz y Scott Weintraub contiene en sí todas estas tensiones. Veintiún autores de diversas nacionalidades, tanto académicos como poetas, abordan el objeto inasible que propone el título. Una novedad en el campo, tanto por las metas que se propone como por lo mutable de su corpus.

En la primera mitad de los años noventa, en los albores de la Internet en Latinoamérica, en Brasil se publico América Latina: palavra, literatura e cultura (1993-1995). Fueron tres volúmenes compilados por la crítica chilena Ana Pizarro donde académicos de todo el continente abarcaban cinco siglos de producción discursiva. A su modo, el libro fue señero de un modo transdisciplinar e internacional para abordar la literatura de América Latina. El periodo que abarca Poesía y poéticas… es bastante más modesto, pero el vértigo del cambio tecnológico le imprime una velocidad que lo hace un objeto casi tan inabarcable como los cinco siglos de los libros de Pizarro. El libro de Correa-Díaz y Weintraub ciertamente es heterogéneo y da cuenta de que aún se está buscando un marco de referencias compartido. Un proyecto tan ambicioso implica arriesgar cierta coherencia en aras de ganar en perspectiva. En el orden propuesto de los artículos que lo componen, resuena en el objetivo de repensar qué es lo latinoamericano y qué es lo literario, aunque cierta primacía de la teoría anglosajona, en especial en lo relativo a las definiciones específicas en muchos de los autores, por momentos, conspire contra un pensamiento propio.

El libro consta de tres secciones: “Nuevas formas de expresión poética”, “Nuevas intervenciones poético-políticas” y “Teorizar nuevas cartografías virtuales”. En las distintas secciones se presentan estudios de caso (al modo de close readings o lecturas exhaustivas) y panoramas históricos y regionales más amplios. Los artículos han sido escritos tanto por académicos como por poetas digitales que reflexionan sobre su propia práctica, y allí se cuentan nombres fundacionales del campo, tanto para la tradición de la poesía latinoamericana, como el caso de Belén Gache, como de la norteamericana, con el epílogo a cargo de Loss Pequeño Glazier.

Puede argüirse que la línea que separa las dos primeras secciones es tenue. Claudia Kozak (2015), una de las autoras incluidas en la compilación, ha enfatizado que toda poética tecnológica es también una política tecnológica y que una división puede ser una reducción arbitraria que difumine la politicidad inherente a todo sistema tecnológico. Las perspectivas presentadas son muy diversas, con los desniveles propios de un campo aún en conformación, con un corpus en constante expansión, y con marcos teóricos sumamente amplios. Sin embargo, el libro logra trazar una cartografía provisoria para empezar a pensar y a discutir la poesía digital latinoamericana. La primacía de los estudios norteamericanos sobre lo digital, especialmente en los investigadores radicados en los Estados Unidos, entraña el riesgo de forzar la aplicación de teorías, pero la selección de trabajos no se agota en este ejercicio y también da espacio a miradas desde América Latina. Así, se presentan lecturas de panoramas nacionales de Argentina (de la citada Kozak), de México a cargo de Cristian Gómez Olivares, de Cuba (Lizabel Mónica y Rachel Price), de Chile (en manos de Correa-Díaz) y de Brasil (Alamir Aquino). Aunque no haya sido diseñado de manera programática, Poesía y poéticas… ofrece un panorama inédito en la bibliografía existente sobre la literatura digital.

Es, de algún modo, un libro urgente sobre la literatura que se está escribiendo hoy, en plataformas que de acá a pocos años acaso devengan obsoletas y resulten inaccesibles. Ese vértigo mitiga algunas posibles objeciones y resalta diversas virtudes de los textos. Como señala Luis Correa-Díaz en la introducción, lo digital está absorbiendo otras formas de experimentación. El teórico ruso Lev Manovich (2014) ha señalado que el software ha tomado el control y se ha vuelto la verdadera máquina universal de la cultura capaz de emular a todos los medios de producción artística precedentes. En relación a la creciente mediación digital, Correa-Díaz apunta una especificidad latinoamericana con la idea de obras cyborg que es inevitable tener en cuenta. Se trata de la necesaria hibridez que atraviesa las obras del corpus y que es hija de sus propias y particulares condiciones de producción.

Otro aspecto a destacar es el formato elegido, no muy frecuente aún en la crítica académica en el contexto latinoamericano. El libro es un ePub bajo licencia Creative Commons y ofrece su propio criterio de como consignar las referencias ante un texto fluido que se adapta al software y dispositivo específico en que será leído. Este cuidado da cuenta de la intención de ser una colección que tenga impacto en el estado de la cuestión de la poesía digital en el ámbito académico mientras se reconoce que las herramientas de la crítica deben renovar sus posibilidades (y con ello sus lectores).

Como se indicó antes, la colección es ambiciosa y heterogénea. Se presentan análisis de obras de algunas de las figuras más conocidas (Gerardo Romano, Eduardo Kac, Belén Gache, Leonardo Solaas o Iván Marino), se comenta la producción de otros autores no tan difundidos (Eduardo Navas, Santiago Ortiz o Anuar Elías) pero también se ofrecen textos donde los propios artistas reflexionan sobre su práctica (como es el caso de la ya citada Gache). Algunos de los capítulos más interesantes son aquellos que dan cuenta de las distintas transformaciones en los géneros y su relación con los cada vez más acelerados cambios técnicos (como es el caso de la poesía Flash y su creciente obsolescencia en el trabajo de Osvaldo Cleger, uno de los textos que aborda en mayor detalle la especificidad técnica de estas nuevas formas literarias). En contraposición, también hay derivas tecnófobas como en el caso del análisis del Hada cibernética de Belli que hace Fernando Velázquez Pomar, donde reaparece una mirada heideggeriana de lo técnico que puede resultar algo estéril en comparación con aquellos que sí se preguntan por las especificidades de cada tecnología. Se trata de abordajes que ante la irrupción de lo digital y las modificaciones radicales que introduce, tanto en la sociedad como en los procedimientos literarios, quedan en una posición difícil de sostener.

Al margen de los desniveles ocasionales, propios de cualquier colección, y fruto de proveniencias disciplinares y tradiciones académicas muy diversas, Poesía y poéticas… viene a cubrir una vacancia en el campo. Por su alcance se constituye en una referencia necesaria para futuros estudios sobre los temas tratados. Como señala Luis Correa-Díaz en su prólogo, ante la carencia de estudios sobre la poesía en la cibercultura, el libro logra “ofrecer un pertinente muestrario”. Pero el libro no se agota allí. Al margen de mostrar objetos que de otro modo permanecerían fuera de las discusiones en curso en la academia, el libro ofrece también conceptos y herramientas teóricas para repensar el sistema y avanzar en la definición de supuestos compartidos. Así, la introducción ofrece una propuesta de periodización de la poesía digital (una primera etapa de transformación y adaptación de la literatura a los nuevos medios, seguida de la literatura propiamente nacida en lo digital, y finalmente una literatura híbrida o –cyborg que puede devenir en otra enteramente producida por las máquinas). Podría objetarse que subyace en esta propuesta una teleología que algunas de las poéticas reseñadas en el libro contradicen y que acepta sin revisar en detalle algunas de la tesis posthumanistas más audaces pero es una evolución técnica que se constata en los cambios que han atravesado las formas poéticas en el contexto digital y sus reversiones hacia lo físico.

Las colaboraciones constituyen de hecho hitos en el mapeo de esa terra incógnita que es la poesía digital en América Latina y todas las tradiciones que la rodean: electrónicas, tecno y new media, pero también videopoesía, surrealismo, concretismo, bioarte, como se va poniendo de manifiesto en los distintos trabajos del volumen. Sin un programa aún claramente definido, con un escenario en permanente mutación, Poesía y poéticas… abre caminos sumamente interesantes y relevantes para la crítica literaria contemporánea así como  recupera experiencias fundamentales para entender las formas artísticas emergentes.

El epílogo de Loss Pequeño Glazier, poeta y también autor de Digital Poetics: the Making of E-Poetries (2002), un clásico en la breve tradición del campo, es una adición bienvenida. Al margen de cierta autoreferencialidad que se puede tornar oscura para quien no conozca su obra, este cierre logra vincular las tensiones de las políticas implícitas en las poéticas tecnológicas y su relación con otros modos de conocimiento y representación. No es casual que también sea él quien recupere los aportes de Vilém Flusser, un pensador que desarrollara gran parte de su filosofía de los medios desde la modernidad periférica e incompleta de Sao Paulo a mediados del siglo pasado. Al respecto dice Glazier: “Para mí, la clave está en los detalles del código digital, los atributos a los que se le debe prestar atención. Estos también constituyen el motivo de nuestras u inquietudes, pasado, presente y futuro, es decir, siempre el material de la literatura.” Si Poesía y poética… no agota estos aspectos, constituye un primer paso fundamental en esta dirección, en prestar la atención sobre el código digital como nueva materia de lo literario.

Referencias

Correa-Díaz, L. y Scott Weintraub. (2016) Poesía y poéticas digitales / electrónicas / new-media en América Latina. Bogotá, D. C.: Universidad Central, Universidad de Hampshire y Universidad de Georgia. Web. 2 jun. 2016. http://goo.gl/rILOFz

Glazier, L. P. (2002). Digital poetics: The making of E-poetries. Tuscaloosa [u.a.: Univ. of Alabama Press.

Kozak, C. (2015). Tecnopoéticas argentinas: Archivo blando de arte y tecnología. Buenos Aires: Caja Negra.

Manovich, L. (2014). Software takes command. New York: Bloomsbury.

Pizarro, A. (1993). América Latina: Palavra, literatura e cultura. São Paulo, SP, Brasil: Memorial.


[1] Agustín Berti (Oslo, 1978) es Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente es investigador asistente del CONICET, docente de la Maestría en Tecnología, Políticas y Culturas de la Universidad Nacional de Córdoba y profesor titular de “Análisis y Crítica” en el Departamento de Cine y TV de la Facultad de Artes de la misma casa de altos estudios. Es  miembro de Dédalus, grupo de investigación sobre la técnica, donde actualmente co-dirige un proyecto de investigación de la SECyT, UNC sobre los archivos de cine contemporáneos. y ha integrado diversos proyectos de investigación sobre cine, literatura, nuevos medios y filosofía. Es autor de From Digital to Analog. Agrippa and other Hybrids at the Origins of Digital Culture (Peter Lang Publishing, Nueva York, 2015).