Editorial Nro 6

En este número queremos contarles a nuestros lectores y colaboradores que la revista ha sido incluida en el catálogo de Latindex,  lo cual nos tiene muy contentos. Esto no sólo significa un reconocimiento a la calidad del trabajo y las publicaciones realizadas por Laboratorio, sino que también del sello que ha caracterizado a la revista. Laboratorio se ha posicionado desde su primer número por atraer artículos y colaboraciones que de una u otra manera, desde distintos ámbitos y miradas, interrogan y dan cuenta de la experimentación en la literatura.  La revista hace alusión a su nombre y se ha convertido en un laboratorio en el cual podemos encontrar escritos que versan sobre la experimentación poética y narrativa, donde el lenguaje se desboca y entra en contacto con otros lenguajes y otras artes. Por otro lado, hemos podido comprobar que la literatura experimental es un tema de interés en la academia, donde la revista se ha convertido en un espacio de diálogo entre artículos académicos y producciones autoriales, produciéndose una combinación interesante de perspectivas.

La revista se ha convertido con los años en un espacio para presentar y debatir temas a los que muchas veces no se da lugar en otros medios. Un lugar para ensayar, para presentar temas nuevos en literatura, para producir diálogos entre disciplinas, para generar debate entre lo pasado y lo futuro, para explorar nuevas/otras aproximaciones. A su importante difusión a nivel nacional e internacional podemos agregar que nuestros contenidos se difunden en el Portal del Hispanismo y Dialnet. De esta forma, la incorporación de la revista al catálogo de Latindex es un elemento que permite consolidar lo que ya se ha convertido en un sello de Laboratorio.

Nos gustaría utilizar este espacio editorial para hablar sobre la literatura digital como experimentación con el lenguaje y la tecnología. En varios números de la revista podemos encontrar artículos referidos al impacto de las tecnologías digitales en la literatura, contacto que ha generado un importante campo de experimentación que plantea múltiples problemáticas para la creación y la crítica literaria.

¿Qué es la literatura digital? No se equivoquen. No vamos a mencionar Ipads, ni kindle, ni pdfs, ni piratería (aunque pensamos que la literatura es pura piratería en sus intertextos, copias y plagios). Lo anterior sólo nos habla de un cambio de formato, de lo impreso a lo digital. La literatura digital es más que eso. Es aquella que utiliza el formato electrónico como parte de su estructura, lo que define una estética y unas formas de producción, distribución y recepción diferentes. Es “born digital”. Sí, el hipertexto ha existido y se ha ensayo desde hace mucho tiempo en la literatura. Sin embargo, las redes permiten multiplicar los enlaces hipertextuales, hacer cruces con otros lenguajes (audiovisual, fotográfico), conectar diversas textualidades, en un aquí y ahora, en un contexto de inmediatez. Una Rayuela multiplicada por mil, unos jardines con infinitas bifurcaciones. Un juego de lenguajes, códigos y palabras. Unos cyborgs, donde la tecnología se convierte en un actor más. Estos son los elementos que dan forma a la literatura electrónica o digital.

¿Por qué la crítica literaria ha puesto tan poca atención a esta forma de creación? La ciudad letrada se niega a abrir sus puertas a estas nuevas formas de creación, a las que mira con desconfianza y miedo. Desconfianza ante las falsas promesas de la tecnología difundidas por los discursos ideológicos de la sociedad de la información. El miedo al fin del libro, a la muerte del autor. Es verdad que los primeros teóricos del hipertexto y la literatura digital plantearon al comienzo de los noventa todos esos fines; La literatura digital daba paso al imperio del lector y a la escritura electrónica.  Sin embargo, todos los supuestos “fines” de los noventa no han sido tales. En la literatura electrónica, autor, lector y formas de circulación y distribución se transforman: Lo digital dialoga con lo impreso, aporta nuevos elementos creativos, modifica otros. De esta forma, la literatura digital debe ser leída y analizada en su diferencia, en vez de entenderla como la materialización del fin de la literatura impresa.


Citar como: “Editorial Nro. 6.” Revista Laboratorio 6 (2012): n. pag. Web. http://www.revistalaboratorio.cl/2012/08/editorial-nro-6/