Entrevista a Roberto Appratto

Autor: Felipe Cussen ((Felipe Cussen es Doctor en Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra y profesor de la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales. Actualmente investiga sobre los vínculos de la mística con la poesía contemporánea. Es miembro del Foro de Escritores y co-director de la revista Laboratorio.))

(Universidad Diego Portales, Santiago, Chile)

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Roberto Appratto (Montevideo, 1950) es crítico literario y profesor de Teoría Literaria en el Instituto de Profesores «Artigas». Entre sus últimos libros se cuentan los poemarios Después (2004) y Levemente ondulado (2005), las novelas La brisa (2004) y 18 y Yaguarón (2008) y el ensayo autobiográfico Se hizo de noche (2008). En septiembre de 2008, tuvo la gentileza de responder por escrito estas preguntas que había comenzado a formularme desde la primera vez que leí unos poemas suyos en la antología Prístina y última piedra (editada por Eduardo Milán y Ernesto Lumbreras en 1999). Los dos poemas inéditos que acompañan esta entrevista ejemplifican la flexibilidad de sus registros poéticos.


Tus poemas suelen no llevar título, y generalmente aparecen numerados, lo que podría sugerir una secuencia homogénea. Pero dentro del conjunto de cada libro, particularmente en los dos últimos publicados (Después y Levemente ondulado), se intercalan distintas formas (poemas en prosa, series de versos con repeticiones anafóricas, otros dispersos espacialmente a lo largo de la página) y tonos (solemne, coloquial, metapoético). Quisiera saber, más allá del valor individual de cada poema, cuál es tu concepción del libro como el espacio en que se despliega esa variedad.

Es evidente, aunque es una constatación a posteriori, que no concibo el libro como un espacio en que se inscriban prácticas homogéneas sino como el espacio que las homogeneíza. La voz de lo que aparece allí produce cosas diferentes, sobre todo en el ángulo de lo diferente que siempre me ha importado más: el de la formulación formal del discurso, el modo cómo aparece, o se transparenta, la manera de decir. No he sido nunca muy coherente en eso, es decir, no repito (y si lo hago, corto) una manera retórica de articular el discurso más que a grandes rasgos. Como si dijera: bueno, así sale ese texto, con forma incluida. De un modo u otro, las líneas mayores de mi discursividad, aquéllas en las que se dispone gráficamente el texto, se intercalan en distintos libros: lo narrativo, por ejemplo, estaba desde casi el principio como un impulso ordenatorio que me llevó, por un tiempo, al poema en prosa, y después a la narrativa lisa y llana, para después volver. El libro es el lugar donde «caen» los impulsos vigentes en un momento dado, que es no tanto el de la composición como el de la preparación del libro, que pueden ser, y son, diferentes.

En relación con lo anterior, quisiera que me comentaras aquellos poemas de Levemente ondulado que podrían calificarse como monólogos dramáticos, como el 8 (“Escribir poesía es sumamente fácil una cosa de todos los días a mí me sale así nomás”) y el 22 (“soy el hombre de acero./ el contacto con el aire me dio inmensos poderes”). La voz de estos textos es, ciertamente, muy distinta de aquella más reflexiva y aparentemente autobiográfica de los demás, como el 9 (“Es el enigma del desasosiego. Es el enigma del presente, que pasa, y deja la sensación de haber tenido algún peso, alguna entidad”). A mi parecer, se produce una tensión irónica entre ambas voces, que evitan que el lector se forme una impresión fija de un determinado sujeto y su discurso.

A mi parecer, esos «monólogos dramáticos» tal como los calificás, son intentos de utilizar el yo en clave ficcional, a la manera de Parra: el hecho de que no se puedan tomar en serio, de que figuren por lo tanto como «exageraciones insituables» me permite zafar de la identificación, y, por ese lado, dar rienda suelta a la invención. Es invención a nivel de contenidos, pero sobre todo a nivel retórico, que es lo que más me interesa: parafrasear la «manera de hablar en primera persona», el yo que se expresa, y que se toma como pivote para poner en funcionamiento el discurso de manera lo más libre posible. En cuanto a la relación con los otros textos, los más «personales», no la tomé en cuenta: son dos facetas del hablar en primera persona, pero no están, al menos en forma consciente, en relación.

Ya que citas a Parra, me interesa además el modo en que a veces partes desde un lenguaje muy coloquial y lo giras, lo estiras… En algunos momentos también tomas algún cliché o lugar común (“nosotros como uruguayos/ sentimos cariño por el pasado”, por ejemplo), pero más que descartarlo, lo exploras, lo interrogas.

Me parece que eso, el trabajo con los lugares comunes, con el sonido y la apariencia de los lugares comunes, es uno de los centros de mi trabajo con la forma: tomar lo que no es poesía, lo que está fuera del lenguaje poético, y hacerlo entrar, casi como un juego en el que, si puedo, profundizo en el significado que obtengo. Es una manera de experimentar con el lenguaje.

Una de esas técnicas para convertir el material no poético sería el uso de listas, reiteraciones, bloques, en los que las palabras van ganando una presencia rítmica y visual.

Listas, reiteraciones, bloques, son maneras de «fijar» lo que se dice, tal vez un poco toscas. He descubierto últimamente que mi poesía tiene un lado representacional, o, si se quiere, de «captación de situaciones», y del impacto de las situaciones en uno. Es por ahí que van esos procedimientos: una y otra vez con lo mismo, hasta que se trasciende lo representacional y se llega a otro nivel, si se puede, de designación de otra cosa «más arriba».

Finalmente, ¿qué nos puedes decir sobre lo último que has estado escribiendo, y en particular estos poemas inéditos?

La poesía que estoy haciendo ahora no es de un solo tipo: uno de los textos es prosa poética de la que estuve escribiendo hasta hace unos dos años, la otra un intento de llegar a los alrededores de una situación por el lado de la dicción, lo más poética que se pueda, pero siempre zafando de posibles lugares comunes «lacrimógenos».


2 poemas inéditos de Roberto Appratto


Citar como: Cussen, Felipe. “Entrevista a Roberto Appratto.” Revista Laboratorio 0 (2009): n. pag. Web. <http://www.revistalaboratorio.cl/2009/04/entrevista-a-roberto-appratto/>