Mapa de guerra del cuerpo: apuntes para una poética en Carlos Droguett

Autor: Eduardo Serrano Velásquez ((Eduardo Serrano Velásquez es Licenciado en Literatura de la UDP y estudiante de Magíster en Literatura Chilena y Latinoamericana de la USACH. Ha participado como conferencista en diversos congresos de literatura tanto nacionales como internacionales (entre ellos JALLA-e 2010 y 2011). Obtuvo la primera mención honrosa en el concurso nacional de poesía “Stella Corvalán” 2010 con el poemario “Transeúnte”. Es director y editor de la revista impresa y online “Deriva” literatura y urbanismo, financiada por la Universidad Diego Portales. Además publica ensayos en diversas revistas online. Actualmente trabaja como Profesor de Lenguaje y Comunicación.))

Filiación: Universidad de Santiago de Chile

Email: [email protected]

 

ABSTRACT
Este trabajo aborda las lecturas de Eloy, Materiales de construcción y Sobre la ausencia del escritor chileno Carlos Droguett, a partir de la analogía violenta de cuerpo y territorio. Dichos textos funcionan como la cartografía o, dicho más precisamente, como el “mapa de guerra” de un espacio que se encuentra en permanente ruptura y transformación. El cuerpo se convierte en el escenario de crisis donde se proyecta el rompimiento y la posterior reconstrucción del territorio físico y mental que presenta, Chile. Para potenciar esta línea de lectura se revisan además otros textos que reflexionan sobre esta condición de la del arte y la literatura: El escritor y sus fantasmas de Ernesto Sábato, La genealogía de la moral de Friedrich Nietzsche, Poesía y capitalismo de Walter Benjamin. A partir de estos materiales, entonces, se busca desarrollar una poética que determine sus principales procedimientos escriturales, fundamentalmente en relación a los movimientos de este “mapa de guerra” que se manifiestan como convicción y estrategia de escritura.
Palabras clave: mapa, cuerpo, conspiración, realidad, Carlos Droguett.

Body’s War Map: Notes for poetry in Carlos Droguett

ABASTRACT
This work includes the readings of Eloy, Constructions Materials and About the Absence from the Chilean writer Carlos Droguett, from the violent analogy of body and territory. These texts work like the cartography or, to be more precise, like the “war map” of a space that is permanently breaking and transforming. The body becomes the stage of the crisis where the breaking and subsequent reconstruction of the physical and mental territory that represents, that is to say Chile, is shown. To strengthen this line of reading, other texts that reflect about these conditions of the art and literature are reviewed: The Writer and His Ghost of Ernesto Sabato, The Genealogy of the Moral of Friedrich Nietzche, Poetry and Capitalism of Walter Benjamín. From these materials, then, a poetic that determines its main structural procedures is developed, principally in relation to the movements of this “war map” that are manifested with conviction and writing strategy.
Keywords: map, body, conspiracy, reality, Carlos Droguett

 
 
 
 

Existe una analogía, muchas veces desapercibida, entre el ejercicio de construir un texto y el de cartografiar una ciudad o un determinado territorio. Una analogía que por lo demás es bastante ventajosa al momento de hablar y establecer una determinada poética. Sobre todo porque en ambos ejercicios, el de escribir y el de hacer mapas, hay una similitud visible, tanto en la emergencia de sus orígenes como en el proceso de sus construcciones. De alguna manera escribir es siempre hacer un mapa, trazar un recorrido sobre un espacio mental sin forma o torcer definitivamente la leyes de un espacio ya establecido. Se trata de la ocupación y la dominación de un sitio con ciertas instrucciones de uso. Y este ejercicio es aplicable tanto a las estructuras del lenguaje como a las del mismo territorio. Ejercicio que por lo demás no deja de ser violento por el empleo de sus métodos que generalmente se imponen por la fuerza. “Para que algo permanezca en la memoria se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria” (65), escribió Nietzsche en La genealogía de la moral, refiriéndose a la construcción del hombre y la cultura occidental. Algo que, sin duda, aparece reflejado constantemente en la literatura y en el arte. Sus expansiones son movimientos de guerra donde el escenario es siempre el cuerpo y la memoria.

Situarse en este punto, entonces, es bastante beneficioso, y según creo necesario, para abordar una escritura como la de Carlos Droguett. Escritura desbordada y caótica que se instala en el conflicto del cuerpo y el territorio. Un discurso que busca profundizar en lo marginal y en lo clandestino como representación de una realidad chilena y latinoamericana necesariamente violenta. Es en este punto entonces, donde hay que situarse para abordar y discutir las lecturas que en este ensayo me he propuesto. Lecturas que precisamente nos hablan del trabajo literario de Droguett y permiten establecer, desde ahí, los materiales de una poética de guerra: la novela Eloy, publicada en 1960; Materiales de construcción, otro conjunto de ensayos publicados el año 2008 y la entrevista- ensayo Sobre la ausencia, publicada el 2009. En estas dos últimas publicaciones póstumas, Droguett plantea claramente su posición frente a la creación y el panorama de la literatura chilena y latinoamericana. Es en este sitio entonces, donde hay que instalarse para trazar el mapa de guerra como convicción y estrategia de escritura.

A partir de esto es preciso esclarecer, como punto de partida, lo que Droguett entiende como “realidad”, una idea fundamental en todo su trabajo literario, para después ver cuál es el campo de acción del escritor y, por lo tanto, el campo de acción del mapa de guerra. Aquí es donde el escritor debe perforar y atacar con su discurso, dice Droguett. Por ello, una definición que puede iluminar la concepción de realidad que maneja, es el esbozo que Ernesto Sábato hace en su libro El escritor y sus fantasmas, panorama completo de la literatura y filosofía contemporánea. Aunque es cierto que, tanto en sus formas como búsquedas de trabajo son dos escritores más o menos distintos, en cierta medida es posible establecer una conexión útil en este punto. Sábato escribe lo siguiente:

Si por realidad entendemos, como debemos entender, no sólo esa externa realidad de que nos habla la ciencia y la razón, sino también ese mundo oscuro de nuestro propio espíritu (por lo demás, infinitamente más importante para la literatura que el otro), llegamos a la conclusión de que los escritores más realistas son los que en lugar de atender a la trivial descripción de trajes y costumbres describen los sentimientos, pasiones e ideas, los rincones del mundo inconsciente y subconsciente de sus personajes. (58)

En este sentido podemos pensar la realidad como una mezcla de ese mundo externo, que en Droguett podría estar representado por el mapa de las ciudades, las vigilancias nocturnas, los espacios rurales, y ese mundo interno del pensamiento oscuro y retorcido. La voz de Eloy, por ejemplo, es un torrente que avanza y retrocede permanentemente sin pausas a través de la memoria, del sufrimiento y sobre todo de la angustia, emulando el movimiento caótico del pensamiento abstracto. “Se es escritor en cuanto hombre y se es hombre en cuanto escritor” (Sobre la ausencia 32), dice Droguett, aludiendo a esa condición terrible e inevitable en su conversación clandestina con Ignacio Ossa. La literatura es expresión de la vida y por ende, toda novela se convierte en realista.

Unas páginas más adelante Sábato vuelve hacer referencia a esta condición de la realidad y de la escritura, pero ahora apuntando, más precisamente, al campo de acción del escritor:

No hay otra manera de alcanzar la eternidad que ahondando en el instante, ni otra manera de llegar a la universalidad que a través de la propia circunstancia: el hoy y el aquí. La tarea del escritor sería la de entrever los valores eternos que están implicados en el drama social y político de su tiempo y lugar (81).

Aquí manifiesta con más claridad el objetivo de un compromiso literario y la obligación que tendría, con respecto a esto, todo escritor: hacerse cargo de su presente, impactando de lleno con su discurso sobre la realidad. Droguett es partidario de esto, pero se muestra considerablemente más duro y más violento. Su discurso es más tajante y agresivo: “Yo diría que el escritor se transforma en bomba, porque para mí la palabra es una explosión” (Sobre la ausencia 59). De este modo para Droguett la literatura tendría la función específica de trazar un mapa de guerra sobre la realidad, en este caso sobre la fracturada realidad chilena, la cual, aplicando las palabras de Nietzsche, se ha constituido a fuego sobre la superficie del cuerpo y la memoria: “…la literatura es una maldición que se debe asumir hasta las últimas consecuencias, como un vicio atroz, esperando todo de ella, entregándoselo todo, es una pasión criminal por la carne, por esta carne unitaria del arte que no admite postergación ni segundo grado, ni segundas nupcias” (Materiales de construcción 33).

Las lecturas de Sobre la ausencia y Materiales de construcción, nos proporcionan entonces, un observatorio específico para apuntar sobre las tareas y obligaciones del escritor, además de una perspectiva muy aguda sobre el panorama de la literatura chilena y latinoamericana. No sólo se refiere a la narrativa, citando a autores como Manuel Escorza, Vicente Pérez Rosales, Baldomero Lillo o Mario Vargas Llosa, aunque a este último, a diferencia de los otros, sólo para difamarlo, sino también alude a la poesía, de Pablo de Rokha, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, y César Vallejo. Con respecto esto dice lo siguiente: “Y lo más importante es que resuma realidad, resuma sufrimiento, resuma desesperanza, angustia, dolor, tortura, fusilamiento, violaciones, muertes, pero sobre todo esperanza en un futuro cierto, de todos los países de América” (Sobre la ausencia 46). Con estas referencias Droguett apunta, de alguna manera, a una genealogía de la moral y de la literatura latinoamericana marcada por la violencia y por la imposición del mapa de guerra, a la cual se le responde, necesariamente, con los mismos elementos y estrategias. Tomemos como ejemplo también Los asesinados del seguro obrero, Todas esas muertes, Sesenta muertos en la escalera, Patas de perro, o la última parte de Sobre la ausencia, titulada del mismo modo, donde, a partir de una fotografía de la Junta militar chilena en el Tedeum de 1973, describe a cada uno de los asistentes, ex presidentes Alessandri, Frei Montalva y González Videla, completamente difamados y parodiados.

Eloy apunta hacia ese lugar pero a través de un discurso más turbulento, influido fundamentalmente por ejercicios contemporáneos de escritura. Ejercicios como los de Beckett, Joyce o Proust, donde la escritura se dispara con la velocidad y recodos del pensamiento. Un discurso tormentoso e intrincado que traza un recorrido o, como he venido diciendo, un mapa de guerra, a través de los recuerdos de Eloy horas antes de que le llegue la muerte. El discurso se convierte en una corriente tumultuosa que se moviliza en múltiples direcciones. La voz del narrador, mezclándose permanentemente con la voz del personaje, pasa del presente al pasado de manera abrupta aumentando el sentimiento de angustia que domina toda la novela:

No había podido comer entonces, el llanto lo perseguía, corría por el suelo entre los restos de comida y las cáscaras de fruta, se desbordaba casi con fiereza por el patio arrastrando todo, queriendo arrastrarlos a todos, y él, muerto de horror y asco y teniendo sed y hambre; otra sed y otra hambre, se había ido caminando sin querer acercarse a la casa, mirando sólo a los jinetes, a los jinetes verdes que ya venían trotando en dirección al pueblo… Y, sin embargo, estamos ahora en Rancagua y aquella vez tomamos de noche el autobús y también llegamos aquí durmiendo y la abrazaba por la cintura y deseaba tanto tenerla en los brazos. (42)

Este personaje entonces está obligado a moverse clandestinamente entre las sombras, evadiendo las vigilancias nocturnas y los caminos oficiales. Está obligado a desviarse por rutas no pavimentadas, al margen del mapa urbano de las ciudades, fuera del campo de visión de la ley, incluso de su misma memoria y pensamiento, como también alguna vez lo hizo Droguett. Recordemos que Sobre la ausencia lleva como subtítulo “una conversación clandestina, un relato censurado”. Y la entrevista con Ignacio Ossa abunda en comentarios sobre la precaria situación política en que se encuentran. En este sentido es posible hacer una conexión externa con el texto de Walter Benjamin titulado “Poesía y capitalismo”, donde este hace un análisis de la poética de Baudelaire a partir de las conspiraciones proletarias ocurridas en la época del Segundo Imperio en Francia. Conspiraciones orientadas hacia el descalabro de la cartografía urbana parisina, donde los conjuradores debían arrastrarse en la penumbra de los callejones, evadiendo cautelosamente las vigilancias nocturnas. Largos viajes sólo para intentar levantar los alambres de sus conspiraciones:

(…) todos los que formaban parte de ésta, desde el literato hasta el conspirador profesional, podían reencontrar en el trapero algo de sí mismos. Todos estaban en una protesta más o menos sorda contra la sociedad, ante un mañana más o menos precario. A su hora podía el trapero sentir con aquellos que daban tirones a las casacas fundamentales de la sociedad. (32)

De alguna manera el mapa de guerra que Droguett está trazando sobre la realidad también conspira contra la estructura de la sociedad chilena. Así como los conspiradores debieron desplazarse clandestinamente por calles nocturnas, por caminos y sitios ilícitos, el discurso literario de Droguett obedece a esta premisa. Apunta siempre a los lugares más peligrosos y conflictivos de la realidad. Y con ello está instalando una bifurcación, utilizando las mismas herramientas de violencia que le entregan, para situarse en un punto especial de fractura. Levantar su discurso desde los estratos más bajos y marginales de la sociedad para oponerlos contra las estructuras dominantes:

(…) unos tajos con la navaja y se dio cuenta de que ni siquiera el hombre lo había mirado con esa mirada total y absorbente con que te miran los ricos, que te incorporan a su leve curiosidad y su desprecio, a su tranquilidad sobre todo, te miran y comprenden y están seguros de que mientras haya tipos como tú, tan pobres y tan tranquilos, tan pacientes y satisfechos, jamás va a venir la revolución, la sangre corriendo por las calles y no por la venas, y con esa seguridad total te miran los calcetines ordinarios y horribles, ciento diez pesos la docena. (Droguett 47)

Esta es la imagen de Chile que Droguett representa. La imagen de la persecución, de la indiferencia, del hambre, del dolor, del desprecio, de la crueldad con que la estructura social y política se ha construido. Un especie de relectura de Nietzsche pero a través de la mirada de Eloy, del ñato Eloy que se encuentra en la cuerda floja. Ante los ojos de su memoria, todos son potenciales policías y agentes que lo vigilan y lo persiguen, mientras su voz continúa saltando de un sector a otro del tiempo, deteniéndose, por momentos, en ciertos lugares, para luego avanzar o retroceder a otro punto de la narración:

Es el peluquero y me dice que me sosiegue, podría ser un agente y también me diría que me sosegara, murmuraba para sí, con temor, me diría que alzara los brazos con las manos abiertas y que me estuviera quieto, estará sin moverse, podía estar una semana, hasta el otro sábado, sin moverse, era bonita esa corbata y las piernas de la Rosa y la medias le subían hasta el vientre, nunca tuvo unas medias más lindas y ni siquiera se las sacó esa noche y el las sentía brotar bajo las sábanas y se reía en la oscuridad mirándola con la boca abierta y después, al otro día, se puso furiosa y le dijo que era un infeliz y que la corbata ahora le parecía muy fea. (50)

Con estos pocos materiales, ya se pueden empezar a delimitar los trazos de una poética del mapa de guerra. Recapitulemos. En primer lugar tenemos el concepto de realidad como objetivo y sustento principal de la labor del escritor. La realidad chilena y latinoamericana se ha construido básicamente como un mapa de guerra. Es un espacio en permanente conflicto. Además, utilizando las palabras de Sábato, vemos que es una mezcla entre el espacio externo de las ciudades y el mundo oscuro de los personajes y escritores. Así como el territorio físico es segmentado por el plano del urbanismo, la mente también tiene sus propias ciudades oscuras. En segundo lugar tenemos la corriente de la conciencia desarrollada a través de un discurso frenético y caótico. Para poder plantear una escritura violenta, donde la realidad se trabaje de manera inflexible y tenaz, es preciso generar un exceso en el discurso. Un exceso en las imágenes, en la tensión, en la amenaza, un exceso en las ideas. Y eso es precisamente lo que hace Droguett. En tercer lugar tenemos el elemento de conspiración, el crimen y la marginalidad social. Este es un tema íntegramente trabajado por Droguett en toda su obra narrativa. Como el mismo lo dice en la entrevista con Ignacio Ossa: “la única antología que podríamos hacer ahora de Chile, creo que ya te la dije, es la antología de asesinos, de soplones, de traidores, de aventureros” (47). La realidad está empapada de estos elementos, por tanto, es ahí donde debe estar el mapa de guerra de la literatura.

En consecuencia, hacer una poética del mapa de guerra no consistiría sólo en apuntar una serie de premisas sobre la violencia, el crimen, la torcedura o la conspiración. No sólo consistiría en eso, sino que también, y con el mismo énfasis, en establecer una búsqueda estética y un punto de encuentro y desencuentro. Instalarse en el conflicto de la realidad para intentar re-cartografiar las convenciones morales y políticas del mapa, trastocar las maneras de ver y decir lo que vemos, para emplear sus desviaciones abiertamente como procedimiento estético.

 

Bibliografía

Benjamin, Walter. “I. La bohemia”. Poesía y capitalismo. Iuminaciones II. Madrid: Taurus, 1998. 23-47. Impreso.

Droguett, Carlos. Eloy. Santiago: Quimantú, 1972. Impreso.

—. Materiales de Construcción. Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales, 2008. Impreso.

—. Sobre la ausencia. Ed. Roberto Contreras. Santiago: Lanzallamas, 2009. Impreso.

Nietzsche, Friedrich. “Tratado segundo: culpa, mala conciencia y similares”. La genealogía de la moral. Buenos Aires: Gradifco, 2007. 61-109. Impreso.

Sabato, Ernesto. El escritor y sus fantasmas. Buenos Aires: Seix Barral, 1984. Impreso.

 

Fecha de recepción: 30/04/13
Fecha de aceptación: 13/06/13