Traducciones

1. Poemas de Mairéad Byrne

Autora: Jimena Cruz ((Jimena Cruz es Licenciada en Literatura de la Universidad Diego Portales, donde ha dictado cursos de literatura Europea, norteamericana y chilena. Ha traducido a varios autores de habla inglesa, siendo su especialidad la generación de los 50. Ha colaborado como columnista para varios medios tanto escritos como web, escribiendo sobre literatura, música y moda.))

(Universidad Diego Portales, Santiago, Chile)

E-mail: [email protected]


Para presentar a Mairéad Byrne podemos citar uno de sus propios poemas de Talk Poetry (2007): «Editors of anthologies & special features on Irish Poetry take note: I am available for inclusion in such publications in 3 guises: Irish Woman Poet, Innovative Irish Poet and, as the field is currently wide open, Ireland’s First Concrete Poet». Las siguientes traducciones corresponden a su libro SOS Poetry (2007), disponible en UbuWeb.


Cuchillería

En Norteamérica la pizza y las hamburguesas son populares porque este tipo de comida no necesita tenedores entonces cuando sales a comer puedes estar seguro que el tenedor que estas usando no ha estado hospedado recientemente en alguna boca grasienta porque no se usa tenedor.

Aquellos establecimientos que usan cuchillería plástica atienden a la misma repugnancia: La cuchillería plástica puede ser endeble, fea, y ecológicamente desastrosa pero, hablando en general, puedes estar seguro que no ha estado en la boca de alguien antes que en la tuya. A no ser que el dueño del establecimiento sea Europeo u otro que no sea norteamericano y sea lo suficientemente depravado como para reciclar cuchillería plástica –algo que nunca le ocurriría a un norteamericano– y habría que agregar “antihigiénica” a la lista de atributos negativos de arriba.

Hablando de Europeos, a ellos les gusta la cuchillería fina se enorgullecen al exhibirla en público y en privado porque sienten que está, en esencia, unas más que otras, relacionadas fundamental y racialmente con un uniforme.

No estoy capacitada para discutir sobre palos chinos.

En Norteamérica cuando invitas a alguien a tu casa es mejor ofrecer comida de dedos así reduces el riesgo que implica invitar a alguien. Es de hecho más hospitalario ofrecer comida de dedos, más democrático, al permitirte invitar gente que nunca habrías invitado si hubieras tenido que ofrecerles tu cuchillería.

Un hombre que quiere dejar a su familia comienza a encontrar fallas en su cuchillería. Admira la cuchillería de otros y piensa que son más limpias y destellantes. Abandona la limpieza de sus tenedores y desdeña su uso, incluso se burla de ellos en público fuera de su familia.

Quiero compartir mi cuchillería contigo. Si quieres podemos comprar nuevas cucharas y cuchillos y tenedores y comenzar de nuevo. Quiero pararme al lado tuyo entre medio de la espuma del detergente. Quiero cocinar contigo e ir a hacer las compras y organizar el reciclado. No hablare aquí sobre nuestra ropa junta girando en la lavadora o secándose pero también quiero eso.


STOP

ES SUFICIENTE STOP HE ENCONTRADO TODO LO QUE ME INTERESA STOP FREDERICK DOUGLASS FAMINE FLUXUS SONIDO CONCRETO VISUAL CINÉTICO CIBERNÉTICO POÉTICO HOPKINS SWENSON TOLSON HUGUES ITALIA MAINE NATIVIDAD NACIMIENTO METÁFORA EJEMPLO KOSOVO IRAQ STOP IRAQ STOP IRAQ TENGO QUE HIBERNAR DESDE AHORA MIL AÑOS ME ESTOY MOVIENDO POR LA INTERNET ME ESTOY MOVIENDO POR LOS SIMPATICOS CERROS PELUDOS DE MI BLOG STOP ESTOY ESCAPANDO DE LA VIDA DE ALLÁ A LA VIDA DE ACÁ STOP DONDE TODO ES LÍQUIDO & RESBALOSO & SOMBRÍO & ROJIZO & PLANO


Madre soltera

Soy el conejito de pascua.
Soy Santa Claus.


Y finalmente

Nunca he sentido pena
al escuchar esa palabra
en una lectura de poesía.




2. Poemas de Patrick Lucy

Autor: Carlos Soto Román ((Carlos Soto Román ha publicado La Marcha de los Quiltros (1999), Haiku Minero (2007) y Cambio y Fuera (2009). Actualmente reside en Philadelphia, donde participa activamente de la escena poética local como miembro del colectivo «New Philadelphia Poets» y como editor de la antología cooperativa de poesía contemporánea estadounidense: «Elective Affinities».))

(Philadelphia, Estados Unidos)

E-mail: [email protected]


Patrick Lucy vive en Philadelphia, donde participa en el colectivo «New Philadelphia Poets». Dirige una editorial de pasquines y panfletos llamada _Catch / Confetti. Los poemas «The chair» y «The pond» pertenecen al chapbook Goodbye Black-Faced Honeycreeper, y «Motherfuckers» pertenece al chapbook Starfish, ambos inéditos.


The Chair

I’ve always believed in chairs, so when I looked at my reflection and saw a chair behind me, I didn’t think twice: I sat down. What was the chair doing there? It wasn’t the chair I normally took to work. It wasn’t the chair I took on Sunday morning errands. Or to the gym. It certainly wasn’t my dinner chair. Who cares, I thought, chairs can have their own agendas. Sometimes I just sit on them. This chair felt warm. This chair felt like Ted when Ted pretends to be a chair. But this chair was real, and mostly green. Ted is hardly green. And Ted never takes me to the pond when I sit on him. This chair, though, this chair took me straight to the pond.

La silla

Siempre he creído en las sillas, así que cuando miré mi reflejo y vi una silla detrás de mi, no lo pensé dos veces: me senté. ¿Qué estaba haciendo ahí la silla? No era la silla que llevo regularmente al trabajo. No era la silla que llevo a las diligencias los domingos por la mañana. O al gimnasio. Ciertamente no era la silla que uso para cenar. A quién le importa, pensé, las sillas pueden tener sus propias prioridades. Algunas veces simplemente me siento en ellas. Esta silla se sentía tibia. Esta silla se sentía como Ted cuando Ted pretende ser una silla. Pero esta silla era real, y en su mayoría verde. Ted apenas es verde. Y Ted nunca me lleva al estanque cuando me siento en él. Esta silla, en cambio, esta silla me llevó directo al estanque.


The Pond

When I got to the pond I stood up. I was done with the chair for awhile but not with the pond. I was just getting started with the pond. Since I didn’t need the chair anymore, I threw the chair into the pond. The chair sank quickly out of sight. The pond was a deep pool of agreement. Honestly, I was feeling a little better without the chair. So I threw a rock into the pond. I threw a stick. The pond loved it. I ran to my mailbox, came back, threw two bills, a coupon and a love letter into the pond. Then I threw the mailbox into the pond. Ted happened by and asked if I wanted to sit on him, but I threw Ted into the pond. I was getting stronger. I started throwing live trees into the pond. Birds, cows, whatever. A soccer team was warming up nearby and I threw them into the pond. When the opposing team showed up to play, I threw the opposing team into the pond. Before long the majority of the neighborhood was in the pond. Then the town. The stars were starting to appear in the sky and I considered throwing them in too, but I didn’t. I know when to stop.

El estanque

Cuado llegué al estanque me levanté. Ya estaba harto con la silla desde hace rato pero no con el estanque. Estaba recién empezando con el estanque. Ya que no necesitaba más la silla, la tire al estanque. La silla se hundió rápidamente perdiéndose de vista. El estanque era una profunda piscina de consentimiento. Honestamente, me estaba sintiendo un poco mejor sin la silla. Así que tiré una piedra al estanque. Tiré un palo. Al estanque le encantó. Corrí a mi buzón, volví, tiré dos cuentas, un cupón de descuentos y una carta de amor al estanque. Luego tiré el buzón. Ted pasaba por ahí y preguntó si quería sentarme en él, pero tiré a Ted al estanque. Me estaba volviendo más fuerte. Comencé a tirar árboles vivos al estanque. Pájaros, vacas, lo que sea. Un equipo de fútbol estaba precalentando cerca y los tiré al estanque. Cuando el equipo contrario llegó a jugar, tiré al equipo contrario al estanque. Pronto la mayoría del vecindario estaba en el estanque. Luego el pueblo. Las estrellas empezaron a aparecer en el cielo y consideré arrojarlas todas también, pero no lo hice. Sé cuando detenerme.


Motherfuckers

I wondered who would bring their beam of light but I shouldn’t have wondered in the area for long. A mouth to operate a dragon would have no problems with intimidation and probably a lot affording food and decent legal council. The area is well known for dragons; not a lot else is in the air for the off-season until questions arrive on the backs of seaplanes. Who is the best-known Chinese sculptor? How tall is the average Caucasian? Where do Russians go when it rains? More importantly, questions come with their beams of light shining and accessories and new hats. They come on wheels and amphetamines. Everyone in the area sighs when they come. Ah, the sighs: a mawsin, a monsoon. In the end, the season begins just like the animals predicted.

Conchatumadres

Me preguntaba quiénes traerían su haz de luz pero no debería haber preguntado tanto en la zona. Una boca para manejar un dragón no tendría problemas con intimidar y probablemente muchos para pagar comida y consejo legal decente. La zona es bien conocida por los dragones, no hay mucho más en el aire durante la temporada baja hasta que las preguntas llegan en las espaldas de los hidroaviones. ¿Quién es el escultor chino más conocido? ¿Cuán alto es el caucásico promedio? ¿A dónde van los Rusos cuando llueve? Pero lo más importante, las preguntas vienen con accesorios, sombreros nuevos y sus haces de luz brillando. Ellas vienen sobre ruedas y anfetaminas. Todos en la zona suspiran cuando vienen. Ah, los suspiros: un mawsin, un monzón. Al final, la temporada se inicia tal como los animales predijeron.




3. «Las historias» de Zachary Schomburg

Autor: Carlos Soto Román ((Carlos Soto Román ha publicado La Marcha de los Quiltros (1999), Haiku Minero (2007) y Cambio y Fuera (2009). Actualmente reside en Philadelphia, donde participa activamente de la escena poética local como miembro del colectivo «New Philadelphia Poets» y como editor de la antología cooperativa de poesía contemporánea estadounidense: «Elective Affinities».)) (con la colaboración de Juan Diego Soto)

(Philadelphia, Estados Unidos)

E-mail: [email protected]


Zachary Schomburg vive en Portland, Oregon. Es autor de los libros The Man Suit (2007) y Scary, No Scary (2009), al cual pertenece la serie «The Histories». Además es el co-editor of Octopus Magazine y Octopus Books. Su blog es http://lovelyarc.blogspot.com/.


The Histories / Las Historias

The Chair Age

I set a table for one.
There is no table.
I spread a sheet across it.
I place the dishes.
There is no sheet.
There are no dishes.
When I sit in a chair
I am sitting
in a chair.

La Era de la Silla

Pongo la mesa para uno.
No hay mesa.
Extiendo un sábana sobre ella.
Pongo los platos.
No hay sábana.
No hay platos.
Cuando me siento en una silla
estoy sentado
en una silla.


The Dishes Age

A chair rots beneath me.
There is no chair.
I carve a set of dishes.
I set the table.
There is no table.
The dishes crash to the floor at my feet.
There is no floor.

La Edad de los Platos

Una silla se pudre debajo de mí.
No hay silla.
Tallo un juego de platos.
Pongo la mesa.
No hay mesa.
Los platos se estrellan contra el piso a mis pies.
No hay piso.


The Table Age

I make a chandelier out of broken dishes.
There is no chandelier.
There are no dishes.
I stand on the table to hang the chandelier from the ceiling.
The chandelier reflects light onto the floor.
There is no ceiling. There is no light.
There is no floor.
The table moves like it is moving but it is not moving.

La Edad de la Mesa

Hago una lámpara con los platos rotos.
No hay lámpara.
No hay platos.
Me paro en la mesa para colgar la lámpara del techo.
La lámpara refleja la luz hacia el piso.
No hay techo.
No hay luz.
No hay piso.
La mesa se mueve como si se estuviera moviendo pero no se mueve.


The Floor Age

The chandelier crashes.
There is no chandelier.

La Edad del Piso

La lámpara se estrella.
No hay lámpara.


The Chandelier Age

I sit in a chair.
There is no chair.

La Edad de la Lámpara

Me siento en una silla.
No hay silla.


The Sheet Age

I place a sheet on the table.
There is no table.
A sheet floats slowly down to the broken dishes.
There are no dishes but the sheet is shaped like dishes.

La Edad de la Sábana

Pongo una sábana en la mesa.
No hay mesa.
Una sábana flota descendiendo lentamente hacia los platos rotos.
No hay platos pero la sábana tiene forma de platos.


The Ghost Age

A sheet is hanging from the chandelier.
There are two tiny eye-holes in the sheet.
There is no sheet.
There is no chandelier.

La Edad Fantasma

Una sábana está colgando de la lámpara.
Hay dos pequeños agujeros para mirar en la sábana.
No hay sábana.
No hay lámpara.




4. «Venenos» de Sean Bonney

Autor: Martín Gubbins ((Martín Gubbins estudió un Master en Literatura en la University of London, ciudad en la que se integró al Writers Forum. Al volver a Chile, fundó el Foro de Escritores. Ha participado en exposiciones de poesía visual, y también ha publicado los cds Sonidos de escritorio (2008), En la escuela (junto a Tomás Varas, 2007) y 30 diálogos sonoros (junto a John Bennett, 2008), y los libros Álbum (2005) y Fuentes del derecho (2010). Su página web es http://martingubbins.blogspot.com.))

(Foro de Escritores, Santiago, Chile)

E-mail: [email protected]


Ver nota sobre Sean Bonney aquí.


Descargar pdf de «Venenos» aquí.






Citar como: Cruz, Jimena, Carlos Soto Román y Martín Gubbins. “Traducciones.” Revista Laboratorio 3 (2010): n. pag. Web. <http://www.revistalaboratorio.cl/2010/12/traducciones-n%c2%ba3/>