Entrevista a Egor Mardones

Autores: Patricio Torres1 y Cristofer González2

(Universidad de Concepción, Concepción, Chile)

Email: [email protected] [email protected]

 

Egor Mardones nació el 23 de marzo de 1957 en la ciudad de Tomé. Estudió Pedagogía en Español en la Universidad de Concepción. Poeta y profesor.Actualmente, reside en su ciudad natal, donde dicta talleres literarios, realiza actividades, proyectos culturales, y forma parte de la editorial Al Aire Libro La escritura de Mardones evidencia la relación intertextual entre literatura, música y cine y, a la vez, se presenta como una escritura apocalíptica centrada en lugares en los que algo traumático ha acaecido3, características propias del quehacer poético chileno después del golpe de Estado de 1973. Sin embargo, al no ser publicadas las obras de Mardones, éstas se alejaron cronológicamente respecto del resto de la producción poética de ese entonces, razón por la que es conocido en el ambiente literario penquista como “el poeta fantasma”.Hasta la publicación del poemario Taxi Driver (2009), escrito entre 1993 y 1997, la obra de Mardones se encontraba dispersa en antologías o revistas literarias. En el año 2013 publicó su segundo poemario, Miramar Hotel, escrito entre los años 1985 y 1988.

 

¿Por qué no publicar antes?

Descreo de la poesía como género, no me parece un arte del siglo XX ni XXI, sino del siglo XIX. Yo hago el chiste de que prefiero un árbol en el campo que un libro sobre la mesa, así que me parece bien lo de la virtualidad que se salven algunos árboles. Me interesaba la escritura más que la publicación. Es una cosa media metonímica: si escribía un texto y aparecía por ahí, listo, ya estaba hecho, o sea, la parte por el todo, ya fue. Y bueno, acá luego armaron la editorial y primero miré, casi me quedo abajo y después lo hicimos no más. Mi idea era hacer un libro objeto. Nosotros hacíamos hace un tiempo chistes sobre la crisis de los relatos, pero con la crisis del verso; es decir, hay que destruir lo que parece poesía. Parra tiene un chiste de para qué sirve un poeta si no es para destruir la poesía. Y bueno, hay varios que no habían publicado y otros que aún no publican. Por ahí anda un Rimbaud que es Osvaldo Caro[5], que nunca publicó nada y fue uno de los primeros integrantes del comité editorial de la revista Posdata. Entonces hay muchos de esa generación que casi no publican o que no publican. No sé si es una coincidencia de época. Creo que también es como la carta robada, que está ahí, pero no está. Entonces es una cosa de ocultamiento y de descreído también. Yo no quería publicar, pero publiqué. Tampoco escribo mucho, tengo como dos o tres libros y hay cosas que no cuajan como libros y ahí se quedan en un blog o en la publicación de una revista. Había un tiempo en los ochenta que escribía textos en murallas o baños, eran textitos, libritos escritos por ahí, jugando con que el muro era la página. Nunca dejamos registro de todo eso.

¿De qué modo caracterizarías tu escritura?

Como un texto que remite a otro tipo de texto y que no sólo se agota en la poesía, que recurre a otros códigos, a otros textos y a otros intereses también. Hibridismo, sincretismo o mezcla de lo heterogéneo. No concibo las cosas de otra manera.

¿Qué es para ti la ciudad?

La ciudad es un texto, sí, no se me ocurriría otra cosa, es un texto. Un texto que es bien leído por un taxista que deambula por ella sin saber de dónde viene y hacia dónde va. Un texto circular tal vez.

Considerando la etimología de texto ¿Es un tejido, un entramado de situaciones?

Por supuesto.

¿La Night Citi, lugar donde acaece la acción en Taxi Driver, es una ciudad o es una extensión que posee referencias de varias ciudades? Si es así ¿Cuál es la que más predomina?

Esa ciudad se sostiene en ese texto no más. Es una ciudad virtual hecha de ciudades. Yo tenía la imagen de Blade Runner, esa oscuridad, donde nunca hay luz, salvo al final. Una ciudad gótica, post algo. Pero bueno, ahí dice que se quedaron las prostitutas, los yonkis, los demás se han ido a un lugar mejor y queda este vaciadero. Pero no sé qué es lo que ha pasado ahí. Como toda ciudad literaria, el libro es la máquina que el lector la pone a mover. Y bueno, como te decía, un modelo sería Blade Runner, a pesar de que esto no es tan futurista. Pero también es una época y lugar indeterminado, no hay marcas que la hagan pertenecer a un tiempo y lugar definido. Para mí es una especie de Babel. Yo iba a trabajar con el habla argentino, mexicano, colombiano. Una ciudad multicultural, multirracial, multilingüísta. Ocupar distintas lenguas y argots, pero al final no lo trabajé.

Siendo penquista ¿qué opinas de la tradición literaria y poética de Concepción vista como un sitio oscuro en el cual es imposible trazar un futuro? Si es así, ¿crees que tus textos reflejan esta temática?

No sé si sea una continuidad de lo que hace Harris en Zonas de Peligro; también lo encuentras en Alexis Figueroa, o Mahnke, quien derivó al cine. Algo de la generación de los ochenta. Todos recibimos la misma formación, teníamos intereses semejantes, la música, el cine, el cine B. Parece que es una cosa de época, parece que se nos dio así. He leído bastante al respecto y es distinto en Santiago, en Valparaíso. Es una identidad, una cosa del lugar, Concepción es así. Y en esa generación lo encuentras mezclado con cine y rock. La ciudad es un personaje y un soporte en esta escritura. Ahí vas a encontrar ciudades distintas, futuristas, como las de Ojeda, o destartaladas, como las de Harris.

¿Qué intención literaria, más allá de la intertextualidad, le das a las referencias musicales, fílmicas, etc.? 

Un discurso poético debe tener links que me lleven a otras partes. La poesía por sí sola no me interesa demasiado, tiene que llevarme a otros espacios. Los discursos cerrados no me parecen. Me gustan los discursos híbridos, no sé si indiscriminados. Yo intento incluir en los textos lo que me interesa en general. Me interesa el arte  en general, y eso aparece en mi escritura. Ahí hay diversidad de música, rock, ópera, está la Cecilia o el Benny Mardones, que es un chiste, y pedazos de películas, etc. El discurso de este siglo es multitextual o polifónico, bastante esquizofrénico, muchas voces. A pesar de que en este texto está la voz del taxista. Los diálogos múltiples se acentúan mucho más en el poemario Miramar Hotel.

Ladrón elegante5, ¿Crees que ya toda la literatura está escrita y sólo se replantean las temáticas más trascendentales adecuándolas a la época en la que se encuentran?

Eso está tomado de David Bowie, una vez él dijo que robaba mucho, pero que era un ladrón elegante. Yo no creo mucho en la originalidad y en eso estoy de acuerdo con Borges, quien dice que hay como 6 ó 7 historias y que los libros sólo son combinaciones de ésas. No estoy en eso de la invención o la creación, no creo en Adanes, creo en la mezcla de cosas, en las intervenciones de otras. Yo tenía amigos que decían brutalidades como que no leían para no contaminarse. No me imagino a un cineasta que no haya visto películas. Para mí la originalidad sería el combinar cosas y no creo en personas que saquen cosas de un sombrero.

El desastre reflejado en las calles de la Night citi o el contexto que la rodea ¿hace referencia en cierta medida al tiempo que se veía en Chile en la época del 80?

Yo creo que sí. Nosotros teníamos una agrupación que se llamaba Los Veteranos de la Guerra Fría. Claro, no éramos veteranos de ninguna guerra o de la única guerra que éramos veteranos no tenía que ver con nosotros. Y bueno, acá en el texto el tipo viene golpeado, no sé de qué viene, pero viene de un trauma, es un veterano de algo que ocurrió al igual que Travis. Nadie se imagina las cosas que vio y las que vivió el taxista, como en Blade Runner: “He visto cosas que ustedes no creerían, naves cayendo sobre el hombro de Orión. Rayos cerca deTannhauser. Todos esas cosas pasarán como lágrimas en la lluvia al tiempo de morir”; me parece súper hermosa esa parte de la película.

En el texto ¿quién es el protagonista en la dicotomía taxista / ciudad?

Yo creo que es el taxista, un Sísifo carretero que no puede dormir, porque se aburre, casi no es un trabajo lo que hace, ya que conduce por otros motivos. Anda recorriendo, mirando, haciéndole el quite a su vida.

¿Existe alguna razón para publicar el texto por internet?

Sí, a mí me parece un buen medio. Los derechos de autor, se perderán y se volverá a la concepción de la Edad Media, donde todo es de todos. Las obras, la poesía debe ser hecha por todos y así yo saco de todos lados, porque no creo en los derechos de autor.

¿Tiene lo anterior alguna relación con la hiperrealidad, con el hecho de no existir tiempo en una plataforma como internet?

Sí, tampoco soy muy nostálgico por lo de los libros, igual compro algunos, pero no tantos. Me gusta el hecho de que el texto ande por un lado y yo por otro.

¿Qué o quién es PISAN?

Ah bueno, ahí hay otro chiste local en que el Juan rayaba las murallas con eso. Él era como un performista, hacía teatro o teatro urbano experimental, como se le decía antes. A él le decían PISAN por monsieur Pisanlli, quien era un monito flaco y alto que aparecía en los libros de francés en los 70. Y bueno, él comenzó a rayar el Vote x PISAN en los ochenta, cuando no habían elecciones de nada, entonces era un muy buen chiste también. Él se murió ahogado en Carlos Mahns y aún hay cabros jóvenes que escriben Vote x PISAN y es bueno ver eso.

¿Crees que existe alguna relación entre el personaje taxista y otros personajes contemporáneos a él como los de Palahniuk (Fight Club) o American Psycho?

Hice el link con tipos medios desequilibrados, tipos algo desquiciados, solitarios e incomunicados, sujetos a los que le cuesta establecer relaciones con otros. Travis no acierta a ni una, cada vez se va desquiciando más. Bukowski decía que le gustaban más los pervertidos que los santos, a mí también me gustan literaria o físicamente más esos personajes. Estoy trabajando sobre los serials killers, ese tipo de cosas, pero me cuesta enfrentarme con eso también, porque son personajes muy al límite, y como te digo, no soy experto, pero tengo mucho conocimiento sobre asesinos. Hay un tomecino que mató como a dos o tres,  está como en esa categoría; también tengo un amigo que es abogado y está haciendo una tesis sobre eso también. Igual es un poco morboso o tal vez no es elegante decir: estoy escribiendo sobre eso, pero ese tipo de temas (sujetos salidos) me interesan mucho, pero me incomodan un poco también, o muy poco. 

¿Cuál es la intención de la página en blanco en Taxi Driver?

Yo no debiera haber salido de la página en blanco, me tendría que haber mantenido ahí. Todo el mundo se deshace por publicar o se muere por publicar o lo hace muy temprano. Me parecía bien el gesto de negarse a eso, aunque igual te interese. Me interesa  la literatura y me interesa la poesía, pero esa negación ahí es una cosa extraña. Ese juego ahí, ese diálogo bastante áspero, bastante reductivo para mí. A veces, se resuelve, otras veces, no.

El taxi ¿es un ataúd de hierro o es otro artefacto?

Es otro artefacto, pero también da cuenta de eso, ahí también juego. Empiezo con el guionista, término con una cita del director y entremedio están los fragmentos del guión de la película; también hay unos cruces ahí. A mí, a veces, me cuesta. Parece todo muy controlado, pero tampoco uno tiene todo controlado. Al principio era eso, por ejemplo: en el Miramar Hotel, un texto que lo controlara todo. Tiendo a eso, lo pienso desde la portada, lo veo, lo armo, pero hay cosas que igual se te escapan. Y, a veces,  no sé, hay cosas que no sé en realidad; hay ciertas fugas. Ningún texto se agota nunca tampoco, la lectura que yo puedo tener es mi lectura y no es la mejor tampoco, ni es la más acabada ni es la más asertiva. Está bien que haya zonas así, hoyos negros, mucho fundido a negro. Me gustan todos los colores e incluso el negro.

¿Existe alguna diferencia o parecido entre el taxista de tu texto y Travis Bickle?

No sé si se parecerán. Ah, bueno, éste es más tristón que violento; menos violento tal vez. La violencia no está aquí tan expuesta, es una violencia hacia sí mismo. Creo que, en ese sentido, este taxista es más para adentro que para afuera. También este taxista escribe, el otro tiene un diario, pero éste escribe poemas. En ese sentido creo que éste es más solitario, más dolido que el otro y, por ende, menos violento.

¿A qué hacen referencia los lugares mencionados en Taxi Driver (Avda. Utopía, Sitioalguno, Suburbia, entre otros)?

Eso también es muy distópico. En el fondo, la Night Citi es una ciudad que no tiene agarradero, por ejemplo: Avenida Utopía Forever, ése es como un chiste; en realidad, lo menos que hay ahí es utopía, hay distopía. En Costanera de los desesperados la gente se suicida… igual esa ciudad tiene mar. También hay otros libros míos dentro de este texto; los sujetos se van al Hotel Miramar, por ejemplo. Toman en el Bar Terminal, que es otro texto que nunca se publicó. Hay lugares que se mantienen en otros libros. En narrativa se da más esto y en poesía tienen que haber casos, en el cine también ocurre. Esto es muy faulkneriano.

¿Existe un proceso consciente de tu escritura?

Sí, yo creo que sí, no sé si es evidente, pero uno estudió literatura, por ende conoce los procedimientos y la historia de la literatura, uno sabe de dónde está operando. Ésa es una de las cosas, demasiada consciencia literaria. O sea, sé lo que es la poesía, también sé, más o menos, lo que es la literatura y, también, hay harto respeto frente a eso. Uno trata hacer algo que sea un poco distinto a eso y ése es un trabajo difícil, encuentro yo. Lo he tratado de hacer y no sé si lo he conseguido, pero siempre ha sido tratar de salir del margen. La poesía o literatura chilena está en ésa. Y es un trabajo consciente de dónde está parado uno, entonces uno sabe en lo que está metido. Eso te paraliza también, aunque uno está para destruir la literatura y para hacer de todo este trabajo un esfuerzo grande. Un esfuerzo vano que no sirve para nada, pero ésa es la gracia. Somos Sísifos en esto, tratamos de empujar la piedra/libro y nos tira para abajo. Por eso quería hacerle el quite, pero, en fin.

Considerando la relación con La Divina Comedia en el punto de que ésta develó lugares que antes estaban en la oscuridad ¿La Night Citi es una revelación de lo que es la ciudad contemporánea o inmersa en la globalización?

 Sí, me parece, me gusta eso. No sé si hay ciudades así como tan infernales, tan desencantadas, no hay nada ahí. Las relaciones son como extrañas, por ejemplo: los amores con prostitutas son mediados, los tipos están en bares, nadie sabe dónde va, no tienen domicilio fijo, el tipo arrienda un departamento en las afuera de la citi. Bueno, aquí también hay una Beatrice, la puta más linda de la Night Citi. Hay ahí una conexión con Bukowski, el primer texto que leí de él fue La chica más linda de la ciudad, cuento que me gusta mucho, también está tomado como un chiste ahí.

 

 

1- Patricio Torres es Profesor de Español y Licenciado en Educación por la Universidad de Concepción. Sus principales investigaciones han abordado el estudio de los textos poéticos de Egor Mardones, así como la narrativa de Fernando Vallejo y Pedro Lemebel. Actualmente, es becario Conicyt y Candidato a Magíster en Literaturas Hispánicas de la Universidad de Concepción.

2- Cristofer González es Profesor de Español y Licenciado en Educación por la Universidad de Concepción. Realizó su tesis de pregrado respecto del primer poemario de Egor Mardones y, actualmente, es estudiante del Magister en Literaturas Hispánicas de la Universidad de Concepción.

3- En el siguiente artículo se presenta un análisis de la distópica ciudad de Taxi Driver de Egor Mardones: http://postgradoliteratura.udec.cl/wp-content/uploads/2013/08/art%C3%ADculo-taxi-driver-16-de-mayo.pdf

4- Poeta penquista conocido como “el poeta secreto”, ya que nunca publicó sus obras.

5- Con este término se autodenominó Mardones en una entrevista hecha por Facultad Poética (disponible en http://www.youtube.com/watch?v=_FC1jwHt8RI).